Ese es el título de una divertida novela de Fredric Brown, que ya puede considerarse (desde hace muchos años…) como un clásico de la ciencia ficción. En España está prácticamente descatalogada, y solo puede adquirirse de segunda mano. Si tienes la oportunidad, es más que recomendable.

Tuve la ocasión de leerla dentro de la «Biblioteca de Ciencia Ficción» que se publicó hace unos cuarenta años (¿por qué no se reeditan estas cosas?). Y quizá la tenga en casa, en algún rincón olvidado.
Y ¿sobre qué va esa novela? Vaya, hoy diríamos que es una «obra coral», donde muchos personajes diferentes se enfrentan a una «invasión» pacífica de hombrecillos verdes en diferentes lugares del mundo.
En este caso, los marcianos no son violentos. Son… traviesos, molestando a la Humanidad de mil formas diferentes. De manera que llega el punto en el que el Hombre intenta librarse de ellos. ¿El problema? Se ven y se oyen, pero no se pueden tocar.
No te desvelo nada más de la trama. Pero los diferentes hilos de la historia se van entretejiendo hasta un clímax final… ¿Conseguirán librarse de los extraterrestres? Y, si es así, ¿quién y cómo lo hace?
Bueno, pues todo este rollo para contarte que esta es otra de esas ideas «locas» que tengo en mente para mi sexta novela en la Saga Ciborg. El que diferentes individuos trabajen por separado en una misma dirección, para intentar llegar al mismo resultado. Esto me está complicando más la historia, pero debo confesar que llevo un ritmo razonable, con la vida que llevo.
Así que sigo con la fecha del verano de 2025 como potencial lanzamiento de esta sexta y última novela. Si no has leído las anteriores, todavía tienes tiempo (pero no te retrases mucho…).