Piratería…

En realidad, quizá debería sentirme halagado. Una página web (obviamente, no te voy a poner un enlace aquí), dedicada a piratear libros, tiene mis novelas de ciencia ficción en su catálogo. Y, como novedad, no se trata de una de esas páginas orientadas a sacarte información personal para aprovecharse de ti. He podido comprobar que los libros están realmente disponibles.

Para mi, al igual que para el resto de autores independientes, este tipo de actividades es una gran piedra en el camino. Yo no cuento con una editorial detrás, que me realice pagos por mi trabajo y que me permita vivir de la escritura. Solo gano una pequeña comisión si hay una venta real de mis libros, en este caso desde la página de Amazon, donde están en exclusiva.

Y eso me lleva a dos posibles opciones. O bien el sistema de la tienda americana es débil y permite el acceso y la descarga de esos contenidos de manera fraudulenta, o bien hay algún usuario que se dedica a descargar esos libros en su ordenador, para después copiarlos y distribuirlos de manera ilegal.

Me inclino hacia esta segunda opción, y estoy comenzando a pensar que está relacionada con las lecturas desde el programa de lectura por pago Kindle Unlimited de Amazon. Como te conté hace unos días, de vez en cuando recibo lecturas completas de toda la saga, algo que recibo con los brazos abiertos – si es una lectura real y desde un lector realmente interesado en mis novelas.

Lo que no entienden estos piratas es que la escritura independiente («indie», como la llaman algunos) puede no buscar un enriquecimiento rápido, pero no puede ser una pérdida de tiempo. A los autores que no trabajamos con editoriales (y créeme, conozco unos cuantos) nos gusta el contacto con nuestro público, con los lectores. Conocer su opinión, e incluso tenerla en cuenta en futuros libros. Nos gusta recibir opiniones sobre nuestro trabajo de muchos meses, años en algunos casos, en el que hemos volcado nuestra creatividad e ilusión.

Y sí, me gustaría pensar que esa piratería puede servir para que un lector nuevo me conozca y busque mis libros más adelante de manera legal. Que ese lector quiera tener un contacto directo conmigo, quizá en algún evento público. Pero, al igual que sucede con los libros gratuitos en Amazon (que los hay, si sabes dónde y cómo buscarlos), me temo que esas webs piratas solo sirven para que la gente acumule libros en sus ordenadores, que nunca llegarán a leer.

En mi caso, los reducidos ingresos que tengo de la venta de libros los reinvierto casi en su totalidad en el mantenimiento de páginas web como esta, y en el «parcheado» de mi viejo ordenador. Si la piratería sigue castigando esas ventas, quizá busque otra afición que no me dé tantos dolores de cabeza. Una cosa es no ganar dinero, y otra cosa es perderlo, a favor de estas webs ilegales.

No veo una solución fácil a corto plazo. No puedo luchar contra esas webs, aparte de pedirles que retiren mis libros (que no lo harán y, aunque lo hiciesen, el daño seguramente ya está hecho). Podría sacar mis libros de Kindle Unlimited, para intentar afinar el origen de esas filtraciones. Incluso podría ponerlos a la venta en otras plataformas («Resurrección» estuvo disponible brevemente en iTunes y Google Play).

En el caso más extremo podría llegar a eliminar la publicación en formato electrónico, forzando a que mis potenciales lectores tuviesen que acceder a las versiones en papel de mis libros. Pero sé que esta opción no es realista: Mucha gente está leyendo casi exclusivamente en formatos digitales. De manera que estaría perdiendo un público potencial nada despreciable.

No voy a entrar a juzgar el comportamiento de los consumidores de contenidos piratas. Cualquier persona, si lo desea, puede llenar su ordenador con miles de libros electrónicos, que no podrá leer en varias vidas. En realidad, esa gente no es mi público potencial. A través de las diferentes actividades que realizo de cara al público intento captar la atención de los lectores «de verdad», esos interesados en los contenidos, que los aprecian y están dispuestos a pagar por ellos.

Así que para mis siguientes libros (porque hay vida más allá de la Saga Ciborg), me planteo un primer lanzamiento en formato físico (que pueda mostrar como exclusiva en esas presentaciones públicas), con la publicación de la versión electrónica cierto tiempo después. Esta podría ser mi única manera de generar unos ingresos mínimos que me permitan mantener esta actividad. ¿Qué opinas?

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3 Respuestas a Piratería…

  1. Ramón dice:

    Más del 80% de mis ventas son en formato electrónico. Y de estas, más del 65% son lecturas de KU. No me puedo plantear publicar exclusivamente en formato físico. Yo también descubrí no solo páginas web sino foros donde la gente solicitaba los enlaces y que le agradecían ¡hasta 75 corazones llegué a contar! el aporte al pirata que lo proporcionó. Ojalá hubieran sido ventas, aunque sé que muchos piratas son Diógenes digitales y lo único que quieren es el acopio

  2. J. F. Sánchez dice:

    Hay que luchar contra la piratería, en cualquier situación, libros, música, etc.

    Yo estoy asociado a CEDRO y funciona bien en ese sentido. Solo hay que informarles de la web pirata y se encargan de cerrarla. Si no eres socio, pásame la web que sea y yo les traslado la información.

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