ATENCIÓN: Las descripciones de este artículo podrían herir alguna sensibilidad. Algunos vídeos enlazados de YouTube podrían incluir imágenes inquietantes para el lector. Para leer con cautela.
Sí, podríamos decir que mis novelas surgieron de una primera idea fascinante, la propuesta del neurocirujano italiano Sergio Canavero de realizar un trasplante de cabeza humana. Y, al parecer, el trasplante se llegó a realizar… y no se hizo nunca. Al menos, por ahora.
En 2016, el doctor Canavero anunció sus planes para realizar este trasplante. La técnica necesitaba un equipo de más de treinta personas, que prepararían ambos sujetos (donante y receptor) con una coordinación perfecta para evitar la desconexión del cerebro más allá de los límites médicos, si es que se podían aplicar en este caso.
El proceso, descrito con una infografía en múltiples videos (algunos, todavía disponibles en YouTube, por ejemplo) implicaba la reconexión de músculos, tendones, nervios, venas y arterias en un orden concreto. Y el «secreto» para el éxito de esta operación era el de una pasta especial (con base de polietilenglicol) que ayudaría a la reconexión funcional de los nervios.
Mucho antes de 2016, el doctor ya habló (en una charla TED) de las posibilidades de este tipo de intervenciones. Tienes el vídeo aquí (en inglés).
Pero una cosa debe quedar clara: Lo que se estaba proponiendo NO era un trasplante de cabeza, por muy sensacionalista que sonase. Lo que se sugería era un trasplante de cuerpo, de manera que pacientes con enfermedades crónicas o con parálisis total (por ejemplo, producidas en un accidente) pudiesen recuperar su movilidad y retomar una vida «normal».
Por supuesto, el principal reto era la reconexión de la médula espinal para recuperar el control motor del cuerpo, algo que debía favorecer esa «pasta» que actuaría como pegamento. Claramente, la mayor parte de la comunidad médica y científica del momento se posicionó en contra de la propuesta del Dr. Canavero. El proceso no se había comprobado, y parecía demasiado arriesgado… e imposible.
El doctor Canavero incluso llegó a tener un voluntario, un joven tetrapléjico ruso (Valery Spiridonov), que se retiró del ensayo seguramente tras sopesar los riesgos, tanto de la intervención como de una posible rehabilitación que podría haber durado todo el resto de su vida.
Así que buscó ayuda en China, donde el progreso técnico no pareció encontrar tantos obstáculos legales o morales. Se asoció con el cirujano chino Ren Xiaoping (famoso en su país por haber realizado el primer implante de una mano completa) y, en teoría, realizaron el primer ensayo alrededor de 2018… con dos cadáveres.
La parte de «chapa y pintura» de la operación salió bien, pero no había forma de saber si las conexiones nerviosas se habían restablecido. EL siguiente paso sería el de probar con dos sujetos vivos o, al menos, con un donante de cabeza vivo y un cuerpo recién fallecido (por ejemplo, en un accidente, o con un daño cráneo encefálico). Podríamos pensar que en China aparecerían «muchos voluntarios» para este tipo de intervenciones, pero no se ha vuelto a oír acerca de esta operación.
El doctor Canavero sí que reapareció a comienzos de 2023 para indicar que, quizá, un trasplante de cerebro sería más sencillo que uno de la cabeza completa, acercándose más a las propuestas de mis novelas de ciencia-ficción dura. ¿Las leyó, acaso? Sería interesante conocer su opinión. El problema de ese anuncio fue que ya no se hablaba de trasplante, sino de un intercambio de cerebros.
Seguramente fue el tono sensacionalista lo que hizo que el neurocirujano italiano se retirase de la primera línea mediática, aunque yo no descartaría que esté trabajando en su siguiente «hito», y veamos nuevas noticias dentro de un tiempo.
Pero, con el doctor Canavero «desaparecido» de las secciones de noticias médicas y tecnológicas, hace apenas unos meses que apareció un vídeo promocional en YouTube (de la empresa BrainBridge) proponiendo una máquina para realizar este tipo de intervenciones de manera automática, con dos complejos robots que realizarían la preparación de ambos cuerpos en paralelo:
En mi cuarta novela («Revelación«), publicada en 2022, ya hablo de un robot encargado del reemplazo de los cuerpos robóticos de los ciborgs, aunque en mi caso se trataría de un traslado de la cápsula que incluye el cerebro, que ya incorpora las conexiones al exterior. ¿Seguirá la ciencia mis sugerencias y lo veremos en los próximos años? Ya lo veremos, aunque para eso faltarían unos cincuenta años, según la línea temporal de mis tramas.

Con este tipo de noticias, no debe extrañarte que mi mente siga soñando con nuevos avances tecnológicos, y surjan nuevas ideas para mis novelas. De hecho, tengo una idea en un cajón desde hace unos años, que se alejaría de la ciencia-ficción para pasar al campo de la fantasía… pero eso ya sería fuera de esta Saga Cib.org.
Desde luego, siempre viste el futuro desde el presente, eres un iluminado.